Cirh es, aparentemente, una
pequeña clínica situada justo delante de la clínica Corachan de Barcelona, y
decimos aparentemente, porqué cuenta con quirófanos, laboratorios e incluso
banco propio de semen, óvulos y embriones, todo situado dentro de los edificios
de la clínica Corachan.
Al llegar a nuestra visita,
nerviosísimas como siempre, nos hicieron esperar unos minutos en la sala de
espera. La verdad es que nos sentimos muy a gusto des del primer momento. El
sitio era muy acogedor, el ambiente muy tranquilo y las instalaciones muy nuevas.
Por fin, llegamos a nuestra
primera visita con la doctora Lattes. En ella le explicamos un poco nuestro
caso y nuestras experiencias previas. Tras eso nos volvió a explicar el funcionamiento
de la inseminación y se miró nuestras pruebas.
Tras revisar los resultados de estas y ver que todo estaba correcto, nos dijo
que ellos también recomendaban hacer un estudio genético para descartar
alteraciones genéticas como la fibrosis quística, pero como era una prueba muy
cara y no teníamos antecedentes familiares ni partíamos de una situación de
infertilidad, decidimos no hacer esta prueba.
Así pues, tras esta parte
más “informativa”, empezamos a poner fechas para empezar con el primer intento.
Suponemos que ya lo sabréis, y si no, para eso existe este blog jeje, para
poder realizar un intento de inseminación hay que ajustarse al ciclo de cada
mujer, ya que, de normal, las mujeres sólo se pueden quedar embarazadas durante los 5 días previos a la ovulación y el
día de esta.
El día en que te baja la menstruación
empieza el nuevo ciclo y como Aroha es de ciclos muy regulares, preferimos
empezar al mes siguiente, ya que faltaban muy pocos días para empezar el de
este mes.
El 26 de noviembre, 6 días
después de la primera visita, le bajó la regla. Llamamos a los pocos días y pedimos
hora para el 22 de diciembre, día en el que volvía a empezar un nuevo ciclo.
Tras hablar de fechas, la doctora Lattes nos comunicó que muy a su pesar no podría
continuar con nuestro caso, ya que se iba de vacaciones de navidad a su país y estaría
fuera un mes. Por lo que si seguíamos con las fechas previstas, el primer
intento lo tendríamos que realizar con alguna de sus compañeras/os. Eso nos dio
bastante pena, ya que la sensación que nos había transmitido la doctora había
sido muy buena. Había sido muy clara en sus explicaciones y muy realista, nos habló
de probabilidades, pero había sido muy atenta y correcta.
Así pues, el 22 de diciembre
volvimos a nuestra segunda visita a CIRH. Esta vez con la doctora González. En
esa visita, la doctora le hizo una ecografía a Aroha para comprobar la
ovulación y tras ver que todo estaba correcto, nos explicó las opciones de estimulación
ovárica que teníamos:
En primer lugar, teníamos la
opción de no hacer estimulación ovárica y por lo tanto jugar con un solo óvulo
por ciclo. Esta era la opción más económica, pero la que te daba menos probabilidades
de éxito.
En segundo lugar, teníamos la
opción de hacer estimulación ovárica mediante
inyecciones. Esta medicación
permite el control de la respuesta de tus ovarios. Te van haciendo ecografías y
según tu reacción, el tratamiento se alargará más o menos y se subirán o bajaran
las dosis para llegar al resultado esperado (obtener dos óvulos maduros). Este
tratamiento tiene la ventaja que te asegura que como máximo generarás dos
óvulos en un mismo ciclo, con lo que las probabilidades de cancelar el ciclo
disminuyen mucho (en un post anterior ya os explicamos que para evitar
embarazos múltiples sólo se realizan inseminaciones con un máximo de dos
óvulos). Pero tiene la desventaja de ser
un tratamiento muy caro (sobre los 300€)
y además tener que pincharte a diario durante varios días (hay casos que llegan
a ser hasta 18!). Este es el tratamiento más utilizado por las parejas que
tienen problemas de fertilidad, ya que permite controlar la respuesta de tus
ovarios en todo momento.
Y la tercera opción era mediante
pastillas. Este tipo de estimulación consiste en tomar pastillas durante 5
días. El noveno día de ciclo y una vez finalizado el tratamiento de
estimulación se hace una ecografía y se valora el efecto de la medicación. Esta
tipo de estimulación tiene la desventaja de que no se puede controlar, sus
resultados siempre se ven al finalizar, por lo que puede que el tratamiento no
funcione y generes un solo folículo (bolsa donde se almacena el óvulo hasta su
maduración y liberación), o por el contrario, puede que funcione demasiado y generes
más de dos folículos, cosa que provocará la cancelación del ciclo. Por el contrario,
como ventajas decir que, este tratamiento tiene un coste de 10€ por ciclo y solamente
implica solo tomar unas pastillas.
Tras hablar largo y tendido
con la doctora, decidimos que haríamos el tratamiento con pastillas. Este tratamiento
está indicado para pacientes que no presentan problemas de fertilidad, y como
en principio este era nuestro caso, pensamos que probaríamos a ver qué tal nos
funcionaba a nosotras. Además, el hecho de no pagar por ciclo sino por inseminación,
nos daba aún más motivos para probar este tipo de estimulación, ya que de este
modo si la medicación no funcionaba solo perdíamos los 10€ de la medicación y
un mes, en cambio sí funcionaba nos ahorrábamos un dinerillo y muchos pinchazos
(Los que no nos conocéis personalmente, no conocéis el terror que le tiene
Aroha a las agujas…) .
Así pues, terminamos la
visita con los deberes de esperar al siguiente ciclo y empezar con Omifin el
quinto día del ciclo menstrual y tomarlo hasta el día 9. Ese día teníamos que pedir
hora para la tercera visita y ver si el tratamiento había funcionado o no.
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