Después de digerir el chasco y hacernos a la idea que
teníamos que volver a empezar todo el proceso, llamamos a la clínica para
hablar con la doctora. Esta nos explicó que teníamos que dejar la progesterona
y un par de días después me volvería a bajar la regla y podríamos volver a
empezar, si así lo queríamos.
Y dicho y hecho, dejamos las capsulas, los síntomas raros
desaparecieron y la regla volvió a aparecer. Programamos visita con la doctora
para comprobar que todo estaba correcto y podíamos realizar otro intento. Como
en el primer intento la estimulación con Omifin nos había funcionado muy bien,
y aun nos quedaban pastillas para un tratamiento (no sé si os lo comentamos en
el post donde os hablamos de este sistema de estimulación, pero en cada caja
van 10 pastillas y sólo se utilizan 5 por ciclo), decidimos volver a estimular
con el mismo sistema.
Así pues, como os explicamos anteriormente teníamos las
mismas indicaciones, el quinto día de ciclo empezar con las pastillas hasta el
noveno día que teníamos hora para la ecografía de control. Fuimos a la visita tranquilas, ahora ya
sabíamos cómo iba el proceso, pero para nuestra sorpresa al comprobar la
maduración de los folículos la doctora nos dijo que esta vez cinco de ellos
habían empezado a crecer.
Teníamos que hacer seguimiento del crecimiento de los
folículos, porqué si todos llegaban a la medida adecuada para estar maduros
teníamos que anular el ciclo y esperar al mes siguiente.
Salimos de la clínica con hora programada para volver a
repetir ecografía en dos días. Como caía en domingo nos explicaron que nos
visitaría el ginecólogo que estuviera de guardia. La verdad es que no nos
importaba, cuando entras en el mundo de la reproducción asistida te acostumbras
a que te visiten muchísimos ginecólogos diferentes, así que ya no venía de
aquí!!
El domingo los nervios no estaban tan controlados,
deseábamos que sólo dos folículos hubieran alcanzado la medida adecuada para
contener óvulos maduros. Y para nuestra
felicidad así era!!
Pues nada, la suerte estaba de cara y podíamos seguir con
el proceso. Próximo intento programado para dos días después. Esta vez pinchar
el ovitrelle fue más fácil, no hubo carreras por la habitación, ni golpecitos…
y sin darnos casi cuenta estábamos otra vez en la clínica listas para nuestro
segundo intento.
Al llegar la recepcionista de la clínica nos dijo que la
doctora González llevaba mucho retraso en sus visitas, pero que la doctora
Lattes, sí la doctora con la que habíamos iniciado el proceso, estaba libre y
si no nos importaba podía atendernos ella.
Como la doctora nos había gustado mucho la primera vez
que tuvimos consulta con ella, no nos importó el cambio. Entramos en la consulta
y seguimos el procedimiento de siempre: Desnudarse de cintura para abajo,
colocarse en la camilla en posición ginecológica, subir camilla hasta la altura
de la vista, colocar especulo, iluminar la zona, cargar cánula con la muestra,
pero entonces la doctora le dijo a Gina que se pusiera a su lado, al principio
pensábamos que era para poder ver mejor, pero os juro que la cara de terror de
Gina cuando la doctora le dio la cánula y le dijo que lo iba a hacer ella no
tiene precio!!
La doctora le
explicó que tenía que apretar poco a poco para dejar la muestra en el interior
del útero. Gina estaba aterrada y no paraba de decir:
-
Y si lo hago mal? Y si
se me cae? Y si aprieto muy rápido? Y si….
Hasta que la doctora le dijo que estuviera tranquila que
ella estaba allí para controlar todo el proceso y que si seguía sus
instrucciones todo saldría bien.
Y así el momento se transformó en un momento diferente,
mágico, más nuestro. Porqué si esta vez funcionaba las dos habíamos participado
en el momento.
Mucho ánimo!! Espero que todo salga bien
ResponderEliminarHoy sabrás como funcionó el segundo intento, espero que sea una lectura interesante ^^
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