domingo, 19 de junio de 2016

Espera, larga espera…



Al coger el coche era como si algo en nuestras vidas ya hubiera cambiado. Sí, te dicen que no te hagas ilusiones, que pocas veces funciona a la primera, habíamos intentado mentalizarnos de eso, pero tras la inseminación es inevitable poner todas tus ilusiones y esperanzas en ello.
Los siguientes quince días fueron sin lugar a duda los días más largos de nuestras vidas. Intentábamos evitar el tema, no pensar en él, pero en realidad, las dos estábamos pendientes de cada pequeño síntoma o cambio en Aroha. Y eso era un problema, ya que estaba bajo los efectos de la progesterona.
La progesterona es una hormona que segregan los ovarios cuya función es acondicionar el endometrio para facilitar la implantación del embrión y ayuda a que el embarazo transcurra de forma más segura. Cuando su producción es insuficiente el embrión no implanta o tiene un alto riesgo de aborto. Es por eso que en los tratamientos de fertilidad y en los embarazos de riesgo se recomienda tomar progesterona por vía vaginal para evitar los abortos espontáneos. El uso de esta medicación ayuda a mejorar la tasa de éxito en los tratamientos, pero provoca los mismos síntomas que un embarazo: dolor de pechos, sensibilidad a las olores y comidas, dolor de ovarios, náuseas… además, en la mayoría de personas hace que no te baje la regla.
Así pues, pasamos esos quince días tratando de tener una vida tranquila, vigilando los esfuerzos, la comida… Las dos teníamos la corazonada de que había funcionado, aunque ninguna de las dos se atrevía a decir nada.
Pasaron los días y por fin llegó el momento de hacerse el test de embarazo. Como os contamos en un post anterior, a causa del Ovitrelle, teníamos que esperar unos 15 días antes de hacer la prueba, ya que si no podía dar un falso positivo.
Fuimos a la farmacia y compramos un predictor de esos de las líneas. 
Nos levantamos las dos juntas el día que hacía 15 de la inseminación y con los nervios a flor de piel Aroha hizo pis en el palito. Se recomienda hacerlo con el primer pis del dia, ya que la hormona HCG está más concentrada y el test funciona mejor. Esperamos 5 minutos, el palito de control se marcó claramente, pero el otro seguía invisible. 10 minutos, nada, 15 minutos, nada…

Aunque las dos sabíamos que las probabilidades de éxito en el primer intento eran muy bajas, de pronto el mundo se nos vino abajo. Durante varios días las dos estuvimos muy tristes, volver a empezar, tratamientos, médicos, viajes a Barcelona...

2 comentarios:

  1. Pocas veces es a la primera, ánimo ya veréis!!

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    1. Si, hubiera sido una suerte que funcionara a la primera, pero bueno, por suerte no tuvimos que hacer muchos más intentos! ^^

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